miércoles, 21 de mayo de 2014

Valiente y esforzado.

Alguna vez le pregunte a mamá si había valido la pena luchar tanto por mí, y solo me miro con amor diciéndome, este es mi trabajo, el tuyo es hacer que lo valga.
Jamás pedí mi vida, en muchas ocasiones quise vivir otras, pero esta es la mía, la que creció sin padre, a la que le toco encontrar su amor en una gran mujer, el que no tuvo lo mejor, de esos que en los diciembres añoraban encontrar siquiera el árbol un 24, pero también fue aquel noble joven que vivió con pasión su niñez que a pesar de sus problemas de atención, su desobediencia casi incurable era un tremendo terco cuando se enamoraba de algo.
La lucha de la vida en ocasiones es injusta y quien puede pedir más si ella ni siquiera tuvo compasión de Jesús, el señor de la vida.
Hoy tengo el corazón arrugado, triste, destrozado, ¿Alguna vez soñaste aunque todo se te oponía? Yo lo hago todo el tiempo, pero lastimosamente no todo se cumplirá, quizás esa sea la cruz para los que como yo tienen una sola vida y un millón de aspiraciones;
Dios es bueno, todo el tiempo es bueno, sus caminos son más altos, sus pensamientos más grandes, sus planes perfectos, en ocasiones es difícil mantenerse, es difícil creer, pero es lo único que queda, la esperanza puesta en quien solo sabe dar buenas cosas.
Me cuesta creer que hasta las cosas que marcaron mi corazón tiene su propósito, jamás entenderé porque Dios le quita su mejor amigo a quien había vuelto a la vida en Jesús, ¿Acaso fue más grande el cáncer? Sé que no, pero supongo que nunca me dirá porque se lo llevo, como tampoco me contara porque no me dio a papá si lo necesite y añore tanto, pero  Él siempre estuvo ahí, pendiente, llorando mis tristezas, celebrando mis logros, abrazando mis soledades.

Debo decir que haber sido escogido por Él no es trabajo fácil, Él puede todo, pero a veces no hace nada, su silencio, su bendito silencio que tanto le cuesta al ser humano entender, sin duda alguna forja los más grandes, me siento diferente, después de esto no creo ser el mismo, enterrar un sueño sin duda alguna es algo que nadie quiere hacer cuando tienes 19 años, pero cosas grandes vendrán, el Señor ha dado, el Señor ha quitado, Bendito sea el nombre del Señor;
Así es el amor, incomprensible, perdurable, fuerte, noble, grande, sublime, como aquel a quien decidí seguir, tal vez lleguemos al punto de preguntarnos si Dios realmente le interesa lo que pase con cada uno, y la respuesta aunque obvia, a veces es difícil de creer, pero no sabremos si el dolor tendrá sentido quedándonos allí, hay que caminar “7 veces caerá el justo, pero las mimas se levantara”  la gloria esta adelante, solo hay que caminar hacia ella, Dios espera paciente a que se tome la decisión, nadie dijo que sería fácil, que no habrían problemas, pero algo si es seguro, “La voluntad de Dios no te llevara donde su gracia y amor no te cubra” camina, valiente y esforzado aunque duela, los sueños deben ser eternos, los que no mueren contigo, esos son los sueños que quiero vivir ahora, los que debería vivir el mundo, los sueños de un Dios verdadero, eterno y amoroso en todas sus maneras.
¿y tú, buscaras el propósito o seguirás lamentado el por qué?

El hará conmigo lo que ha determinado
Lo que tiene pensado lo realizara
Job 23:14

martes, 8 de abril de 2014

Cuando abras los ojos

El Espera no estar ahí, prefiere evitarse esa sublime pero maquiavélica sensación de haber tenido la razón, puede que el tiempo me le su apoyo, o que la experiencia haya sido acertada en su pronóstico, pero eso no le sorprende, lo que le sorprende es que después de tantos golpes juegues  a lo mismo.
¿Quién tiene razón cuando el corazón se inmunda y la cabeza ya no piensa? Como es de caprichoso el corazón, cuando el mismo no es claro en su propia definición del amor!
ojala te hubieras enterado a tiempo de lo mucho que ese  ser te apreciaba, de las noches que paso escribiendo canciones, poemas, plasmando emociones ,de los días sin fin en los cuales con paciencia esperaba la hora de verte, pero no abriste los ojos, no lo viste, no te enteraste, o mas bien solo lo dejaste pasar como otro naufrago que en tu mar deambula.
Es triste verte, tanto sentimiento desperdiciado en una sola persona! Tantos planes de vida, tantos momentos de duda, tantas preguntas al aire, aun no entiende como puede ser tan igual para ti, ¿A caso no tienes corazón?
Cuando abras los ojos y el tiempo pase, cuando los días en los que la belleza ya no importe estén presentes, no quiere verte, no quiere estar ahí para reprochar, no quiere ser quien pueda reír en vez de llorar, nadie puede correr de las consecuencias tarde o temprano nos alcanzaran, y en ese entonces recordaras, que ni el mismo amor real podrá curar, porque estarás tan confundida acerca de lo que es amar y miraras con nostalgia al pasado y lloraras al ser amado que quiso, intento pero… no pudo, porque nadie puede querer a un corazón que se queda mudo, ya no abran palabras que suenen reales, ni miradas que rompan verdades, ni canciones que unan mitades…
Ya no habrá nada cuando abras los ojos, solo el mundo que construiste, y tú príncipe el de los colores grises será quien te acompañe y quien salga en las fotos, esas a las que con tanto celo les  cuidas con  sus matices.
Cuando abras los ojos quizás él ya no esté allí, porque decidió irse ahora, con la poca dignidad que le queda, con los brazos llenos de promesas rotas, pero con un corazón fuerte, diferente más valiente, porque es de valientes amar, aunque duela en ocasiones.
Cuando abras los ojos encontraras en la punta de la nariz la razón por la que él se fue, una nota fría con tanta verdad como para mantenerse allí, él espera que no tardes mucho, que abras pronto los ojos y que leas la nota y que destilen tus ojos, él espera paciente que sea pronto, porque el tiempo no espera a nadie y mucho menos a un corazón roto.
Cuando abras los ojos…  veras que “no se le tiran perlas a un cerdo” y por eso mismo él se marchó se fue, salto y no volverá más, porque aprendió… a no ser terco!

jueves, 13 de marzo de 2014

Estoy aprendiendo.



Supongo que nadie puede excusarse detrás de un, “no lo sabía”  en el caso más particular, creo que a veces se debe ser más sabio, preguntar, o al menos interpretar lo poco o mucho que se aprende. Crecer en ambientes adversos tiene consecuencias que van más allá de moralismos sociales, quizás ni se noten a primera vista, pero están ahí, lacerando las relaciones personales, esas cosas “ñoñas” que la gente llama amor.
Nunca entendí cómo funciona el amor, creo que el ejemplo más claro lo da Jesús en la cruz, pero… dejémonos de bobadas, jamás amaremos de tal manera, nuestro amor es imperfecto e ineficaz, en algunos casos hasta mentiroso y enfermizo, ¿Quién me explica cómo debo amar? Y para ser más puntual con la pregunta, ¿Acaso existen diferentes amores? ¿Es diferente, como amo a mama, a como amo a mis hermanos? ¿Y cuando llegue mi dulcinea? Aun no entiendo, estoy aprendiendo.
Aprendiendo a dar todo, y esperar menos, a escuchar más y hablar menos, a pensar más y sentir menos, estoy aprendiendo a desaprender lo que no sirve, aprendiendo a ver y mirar cómo debo mirar, a juzgar menos y amar más, a no cuestionar tanto y vivir más, estoy aprendiendo.
Estoy aprendiendo a amar, de quien solo puede mostrarme el amor, nadie puede dar algo que no tiene, y quizás es por eso que ahora entiendo el porqué de tantos porqués, solo fueron consecuencias de las decisiones mal tomadas de alguien años atrás, y no, no lo juzgo, el amor no hace eso, él se niega a sí mismo, pasando por encima de su misma ira, solo para encontrarse como al principio, dolorido, golpeado, ultrajado, pero feliz, porque cumplió su propósito, amar.
Es por eso que estoy aprendiendo, aprendiendo a amar, tal y como se ama, a perdonar tal y como se me perdona, a tolerar, tal y como se me tolera, estoy aprendiendo, aprendiendo día a día, paso a paso, sin olvidar lo primero, que cuando quiera encontrar la respuesta sobre como amar, tan solo baste con mirar al cielo, ponerme la mano en el pecho y recordar que hace ya muchos años alguien decidió amarme, a pesar de mis pesares y mis porqués, a pesar de lo lento que soy para aprender, pues después de todo soy la viva imagen de lo que es su amor, “porque no hay amor más grande, que aquel que da la vida por los suyos”