martes, 3 de diciembre de 2019

Una batalla que no se olvida


Es joven pero  entiende la gravedad del asunto, sobre su piel aún se ven recientes las marcas de batallas pasadas, pero esta vez  puede ver claramente en los ojos de quienes ama el reflejo de la impotencia, sentir el aire frío de la desesperación, entiende muy rápido que el momento ha llegado, su corazón de corta estancia pero de gran labor se ha preparado para este momento, no es fácil, pero sabe que no está solo, no es sencillo asumir que debes despedirte tan rápido, no se supone que fuera así, pero...

 ¿quién puede contender al creador? 

Queda poco tiempo y muchas cosas para decir, solo puedo imaginar lo que puede pasar por la mente de alguien tan joven cuando entiendes que la vida es simplemente una neblina, que cada uno de los sueños que tenías tendran que quedarse en eso, en sueños...

¿Cómo enfrentas con valentia algo a lo que siempre intentaste huirle? ¿Donde está Dios?
¿Se supone que deba ser asi? ¿Por qué? 

Solo preguntas tengo, solo preguntas, preguntas que a lo largo de mi vida fui respondiendo. Probablemente muy pocas personas sepan que exististe, que un día el señor te trajo a esta tierra de hombres que olvidaron que no son más que simples mortales, que en su afán por entender su corta presencia aquí le dieron las espalda a una eternidad allá, si allá, donde se que estás, y lo sé porque siempre lo oí de tu voz, algunas veces cansada de las quimioterapias, de los interminables exámenes para resolver el lío de un cáncer agresivo.

Nunca podré olvidar las lecciones acerca de aprender a aceptar la voluntad divina, me enoje mucho con Dios por no entender el porque de tu partida, te ame mucho brother, porque cuando sentí que la falta de recursos económicos era algo difícil, me enseñaste que poder salir de casa y jugar era un privilegio, me sentí tan tonto! 

Cómo quisiera que estuvieras aquí, quisiera enseñarte todo lo que el señor me permitió hacer, aprendí a pelear, (me tomé el tema enserio) hasta gane medallas y represente a mi gente, termine el colegio, y ahora en un par de días me graduare de la universidad, pero las cosas no terminan ahí, recuerdas aquel día en el que te conté que tendría una familia, y me casaría con una linda chica, bueno pues paso, ¡me casare!

Como me hubiese gustado que estuvieras aquí, pero aprendí en estos años de vida que el señor siempre es bueno, y que a través del dolor see perfecciona el carácter.

Solo quería pasar a darte las gracias aunque no puedas leer esto, me nació hacerlo porque creo que siempre es buen momento para recordar a quienes nos ayudaron a estar más cerca del creador, gracias Señor por la vida de Juan Pablo Baquero Sanz, gracias por no rendirte, gracias por haber peleado la buena batalla, por haber perserverado hasta final, por haber guardado la fe, solo espero que el señor me de la misma valentia que te dió! 

Un abrazo! Joe

1 comentario:

  1. Quienes conocimos a Juan tuvimos la fortuna de ver en sus ojos a Dios hecho niño. Su nobleza, su carácter y su amor nos hace recordad que a este mundo vinimos a vivir en la fe y en el amor del Padre. Gracias Joe por traer a nuestras memorias el recuerdo de un ser tan especial que nos dejó grandes enseñanzas.

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